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Innovar + analizar el mercado = supervivencia empresarial
30.11.06


Cuando se estudia un plan de negocios, una de las primeras cosas que analiza el inversor o analista es si el emprendedor ha encontrado una ventaja competitiva.

Si la encuentra, busca en el proyecto si el negocio sería capaz de crecer de forma sostenida a medio-largo plazo y, si éste se apoya en una estrategia de negocio.

Existen otras muchas consideraciones, entre ellas el currículum del emprendedor, pero de momento las deja apartadas para centrarse en las tres anteriores.

Bien sea un producto o un servicio lo que el emprendedor vaya a comercializar, una ventaja competitiva siempre se obtiene a través de uno de los siguientes factores:
  1. los costes;
  2. la diferenciación (calidad, prestaciones, tecnología...) frente a los de la competencia, y
  3. la especialización en una porción determinada del mercado (segmentación).

Si el emprendedor ha conseguido descubrir una ventaja competitiva, situará a su negocio en una posición razonable dentro del sector. Desde ella puede influir a su favor en el mercado y defenderse de las seis fuerzas que le acechan:
  1. la competencia;
  2. las empresas que están esperando que se derribe alguna barrera proteccionista, geográfica o legal para instalarse en el mercado;
  3. los productos, que sin ser competencia directa, son sustitutos;
  4. los compradores que pueden exigir reducir precios, aumentar la calidad del servicio... sin que desee pagar por ello;
  5. los proveedores, y
  6. los complementadores, figura surgida de la coo-petición y de la que se ha hablado en amalgamadeletras con anterioridad.

Esta teoría diseñada por Michael Porter (1980) en lo que se refiere a las primeras cinco fuerzas y ampliada por Barry J. Nalebuff y Adam M. Brandenburger (1996) con los complementadores exige al empresario un análisis permanente del mercado y sus fuerzas. Existen nuevos modelos y fuerzas que todavía están en fase de aceptación por parte de la comunidad y que no refleja este artículos a efectos de simplificación.

Parece que el emprendedor ha entendido el tema: primero innovar y luego analizar permanentemente el mercado para adaptarse. Y comienza su lucha: no apartarse de esta senda.

Pero un fallo muy habitual en los emprendedores que consiguen sacar adelante un negocio es, con el tiempo, centrarse excesivamente en el mercado mientras se olvidan de innovar. Para mantener el éxito, lo uno conlleva lo otro, y es imposible mantener viva la empresa si alguno de ellos se arrincona en el cajón del olvido.

+info: La coo-petición en el mercado: los complementadores para ganar-ganar | La coo-petición interna en la empresa | La competencia estratégica | La evolución estratégica de la empresa según IBM (I y II) | Al emprender, mejor tres socios que uno | Capital-riesgo: el análisis inicial de una idea |

>> Publicado en Categoría: Consultoría

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