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Faber Castell, un pionero de la sostenibilidad medioambiental
14.7.07


Faber Castell, la compañía alemana que inventó en 1849 el lápiz hexagonal y la que determinó su longitud, grosor y graduación, nació en 1761. La octava generación de los Faber-Castell dirigen actualmente esta compañía que en la década de los ochenta se comprometió con el desarrollo sostenible y la protección de su materia prima: la madera de los árboles.

En la actualidad, los viveros de coníferas que tiene la compañía suministran el millón de unidades que necesita anualmente para sus productos, el 35% de ellos contrarrestan las emisiones de dióxido de carbono que genera su proceso de fabricación en todo el mundo y las pinturas que utiliza son al agua, mucho más ecológicas que las convencionales. En la actualidad, posee diez mil hectáreas de plantaciones de pinos--una superficie similar a veinte mil campos de fútbol--y planta más de un millón de árboles cada año.

De esta forma, Faber Castell se convirtió en una empresa en cuyos objetivos y metas se encuentra satisfacer las necesidades presentes, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas. Y lo que es más importante, su modelo de gestión medioambiental ayuda a comprender que el respeto al entorno también puede ser una ventaja competitiva.

La sostenibilidad en sus tres vertientes (económica, social y medioambiental) está dando sus primeros pasos en la empresa y ya comienzan a aplicarse interesantes vías de desarrollo:
  • se refuerzan los órganos de administración mediante consejeros independientes especialistas en estos temas;
  • la gestión responsable forma parte en los códigos de buen gobierno;
  • la memoría sobre sostenibilidad de la empresa guarda unos parámetros o estándares de elaboración (GRI) y es parte de la memoría corporativa y/o de la información societaria que se publica regularmente;
  • la información corporativa sobre sostenibilidad pueden someterse a auditoría por parte de expertos independientes;
  • en el cuadro de mando comienzan a incluirse indicadores de la sostenibilidad;
  • se contratan ejecutivos dedicados a estos aspectos y los futuros empleados pueden pasar un “filtro” para conocer sus inquietudes sobre estos temas;
  • las fundaciones de algunas de estas empresas se convierten en verdaderos centros de investigación de desarrollo sostenible y sus conclusiones y recomendaciones ganan influencia a la hora de implantar estrategias corporativas o modelos de gestión desde los órganos de gobierno;
  • se adoptan certificaciones de calidad adicionales a los estándares ISO 14001 como las acreditaciones FSC y otras y/o se suscriben acuerdos o pactos generales o específicos para el sector de actividad (p.e. el Responsible Care 1992 de la industria química).
Encuestas recientes dicen que poco más de la mitad de las empresas creen que el desarrollo sostenible es una tarea de los órganos de gobierno y muchas menos han puesto en marcha mecanismos para conseguirlo. Desgraciadamente, la mayor parte de estas iniciativas en el mercado español están reservadas a grandes empresas y/o sociedades cotizadas.

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➜ Categoría: Sociedad y Consultoría ➜ Etiquetas: sostenibilidad etica valores empleo desarrollo interrelacion compromiso

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