Microgestión o el desprecio por el trabajo del equipo
3.5.09
En la gestión empresarial, la microgestión es un estilo de dirección en la que un directivo controla u observa de cerca la labor de sus subordinados o empleados. En resumen, se trata de equilibrar el balance entre poder delegar y controlar de manera esporádica para ver si las cosas se están cumpliendo. Sin embargo, para muchos, la mayor parte de los empleados precisan de mucha supervisión para evitar que lo estropeen todo y ese afán supervisor inunda el lugar de trabajo y ahoga al personal. Gracias a él se entra en el círculo vicioso de sobrecorregir y/o ultracorregir un trabajo de forma permanente, lo cual es agotador para el corrector y el corregido.
El vídeo siguiente que encuentro en la bitácora de Santi García puede ser muy clarificador:
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Si prodigamos a los cuatro vientos que nadie trabaja más duro que nosotros y que todos los demás deberían hacer lo mismo, si pensamos que el equipo debe acatar nuestras exigencias y aceptar el férreo control del trabajo ajeno que instauramos y que no ha lugar a otra respuesta que la lealtad, no es extraño que nuestros colaboradores se anden con cuidado porque nuestra microgestión está en peligro.
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8 Comentarios:
- El 5/03/2009 09:10:00 p. m., Senior Manager tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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Bueno, yo pondría un "depende" en algún lugar... y no es que esté en contra de la microgestión, sino que he trabajado en lugares en donde la supervisión total era más que necesaria. Estaría horas dando los detalles, pero te daré un ejemplo, una vez tuve a un empleado que jugaba pin ball en su ordenador en horas laborales cuando había mucho que hacer, y en la empresa había tal caos que era imposible hacer un seguimiento de la gestión por resultados particulares; así que la decisión fue una supervisión realmente severa...
SM - El 5/04/2009 07:18:00 p. m., Nacho Muñoz tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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El estilo de dirección deberían depender siempre de variables que no sean las características personales del propio jefe. Habrá personas en los equipos con más o menos motivación por las tareas, con más o menos destrezas, con más o menos tiempo para sacar adelante el proyecto... en definitiva, que no creo que deba haber modos permamentes de dirección de equipos.
En todo caso, un modelo atosigador como el descrito utilzado de manera permanente seré davastador, sin duda. - El 5/05/2009 12:25:00 a. m., tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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Desde mi humilde punto de vista, aunque existen tipos de proyectos en que quizás se pudiera pensar que la microgestión es necesaria, me decantaría más porque existen equipos de trabajo para los cuales este tipo de gestión es necesaria.
Dicen que con ejemplos hay veces que se puede explicar lo que con la pura teoría no es posible. Quiero decir con ello que si dispones de un equipo de trabajo formado por juniors sin una elevada experiencia, la microgestión prácticamente será reclamada por el entorno. Sin embargo un equipo de trabajo con experiencia rechazará este tipo de gestión produciéndoles tan solo malestar, rechazo y un descenso en la productividad.
En conclusión, el tipo de gestión depende, principalmente, de dos variables tan fundamentales como obvias: el tipo de proyecto y sobre todo: la experiencia del equipo de trabajo asignado.
Saludos,
MF - El 5/05/2009 08:59:00 a. m., Julen Iturbe-Ormaetxe tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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Habrá que hacer cursos de tolerancia y relativismo moral.
- El 5/06/2009 06:39:00 a. m., amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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@Senior_Manager: Evidentemente, no realizar una supervisión, y como bien dices, dependiendo del colaborador y la situación, entraríamos en un largo tunel de incertidumbre y caos. Estoy contigo.
@Nacho_Muñoz: Perfecto. Una de las decisiones habituales de todo responsable es el estilo de supervisión que va a imprimir a su equipo y al trabajo que realizan.
@Manuel_Fernandez: El artículo creo que se limita a recalcar la excesiva utilización que hacen muchos responsables de esta técnica; algunos de ellos la llevan a extremos insospechables, seguro. Evidentemente, las variables antes citadas, suavizarán o eliminarán la intensidad con la que se aplica la microgestión al equipo.
@Julen - ¡Cuánto tiempo! En cuanto a la tolerancia, absolutamente de acuerdo en que es necesaria.
En lo que respecta al relativismo moral no creo que deba debatirse cuál sistema de normas sociales debe seguirse en las organizaciones: la de un grupo o la de la empresa. Creo que está fuera de toda duda que es la segunda la que debe imperar.
Gracias a todos por vuestros comentarios, bienvenidos de nuevo y nos leemos en nuestras bitácoras. - El 5/13/2009 08:31:00 p. m., José Luis Pérez tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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La supervisión parece propio de la revolución industrial
Hoy en día, en un mundo de trabajadores del conocimiento, es un concepto que debe ser revisado
Enhorabuena por el blog - El 5/23/2009 11:03:00 p. m., Unknown tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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Muy bueno el vídeo.
Me ha recordado a más de uno que conozco. Aunque más que desprecio por el trabajo en equipo es desprecio por el trabajo de los demás ¿no? - El 5/24/2009 10:25:00 a. m., amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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@José_Luis_Perez - Me encanta Peter Drucker y he publicado algún artículo al respecto en amalgama (1 y 2). Sin embargo, una excesiva fe en su teoría de los 'trabajadores del conocimiento' encierra una devastadora consecuencia: los proyectos que se gestionan carecen de límites claros y definidos y, en consecuencia, terminan generando más trabajo para toda la organización y los departamentos y oficinas no terminan nunca de acumular trabajo. Por eso, el rol de supervisar-siempre en función de cada caso o compañero de equipo-para no cargar las tareas ni demorarlas infinitamente en el tiempo (por su carestía de límites) me parece algo acertado.
@Telemaco - Yo creo que se trata de desprecio por el trabajo mal realizado o por la falta de competencia de los compañeros. Al final, y creo que a bastantes ejecutivos les ocurre, terminan asumiendo el trabajo de terceros en aras de conseguir llevar a puerto sus tareas. En mi caso, he invertido mucho tiempo en algunas personas que, sistemáticamente, terminaban dejando incompletas las tareas que se le encomendaban. Y siempre he pensado que algo fallada en cuanto a la dirección del equipo. Creo que faltó ese 'puntito' del que habla el artículo de Harry el sucio.
Gracias por vuestros comentarios. Nos leemos.