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La ilusión de la objetividad
4.7.08


Nos engañamos mediante lo que el psicólogo de Yale University, David Armor, denomina la ilusión de objetividad: la idea de que estamos libres de los mismos prejuicios que tan rápidamente reconocemos en los demás.

Además de provocar una manipulación de la realidad y de restringir que la respuesta se perfeccione, “estos prejuicios inconscientes o implícitos pueden contradecir nuestras creencias explícitas y conscientes. [...] La prevalencia de tales prejuicios sugiere que incluso la persona mejor intencionada permite, sin darse cuenta, que pensamientos y sentimientos inconscientes influyan sobre decisiones aparentemente objetivas”. Lo cuentan Mahzarin R. Banaji, Max H. Bazerman y Dolly Chugh en “¿Cuán (poco) ético es usted?” en HBR.

Este planteamiento choca de frente con la idea que tenemos del ser humano; si negamos por naturaleza la capacidad que tiene de lograr la objetividad en sus juicios y decisiones, el hombre es más imperfecto de lo que pensamos que es.

Pero lo peor, no es eso, sino que:
  • las fuentes que explican las decisiones poco éticas involuntarias son cuatro: formas implícitas de prejuicio (basadas en creencias insostenibles y que son las más habituales), sesgos que favorecen a nuestro grupo de pertenencia, conflictos de interés (que beneficia a quién nos puede ayudar), y la tendencia a exagerar nuestros méritos (una forma de auto-beneficio) ;
  • debido a que no somos conscientes de estas fuentes de prejuicios, a menudo es imposible subsanar el problema castigando a los responsables de malas decisiones, y
  • tampoco es posible corregirlos mediante un entrenamiento ético convencional.

Otro fenómeno que merma la objetividad es el sesgo de confirmación o confirmation bias. Las personas que lo padecen tienden a dar más peso a los hechos o datos que soportan, o confirman, sus teorías y, por el contrario, ignoran o infravaloran las evidencias que desaprueban las hipótesis deseadas.

| Categoría: Consultoría | Etiquetas: realidad decision resolucion creatividad etica conciencia Harvard |

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1 Comentarios:

El 7/08/2008 11:14:00 p. m., Blogger Camilo tuvo la amabilidad de comentar aquí:

está bueno el artículo, amalgama.
Muestra cómo se meten cuestiones gnoseológicas (teoría del conocimiento) en los negocios. Lógicamente, si estas cuestiones están en la vida misma es seguro que se trasladen a cualquier aspecto de ella (trabajo, familia, perspectivas, etc)
Es muy común, por ejemplo; que en épocas de crisis, existe gente que vive esos momentos como de muchísima fortuna (y no estoy hablando del dicho de: "a río revuelto, ganancia de pescadores"

 

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