El segundo escalón del liderazgo
23.7.08
Ahora bien, es sólo el primer escalón. Y me surge la duda sobre el segundo: involucrarse directamente y mostrar al equipo, mediante conductas que sean recordadas, ese compromiso con las metas y objetivos o inspirar autoconfianza y transmitir ánimo sin perder de vista la realidad que le rodea.
Es una decisión difícil. En el primer caso, el ejemplo debería servir para arrastrar al resto del equipo y puede ser suficiente. Esas pequeñas actitudes y conductas, esos momentos reseñables y que quedan en la retina de tu equipo, sin duda alguna, sirven para establecer un lazo de compromiso y una complicidad mutua con una tarea o trabajo.
Pero, como siempre ocurre, las dificultades terminarán aflorando y se hace necesario todo el capital humano posible, sin que haya pérdidas por el camino. Esa seguridad y confianza, además del ánimo que se transmite, pueden haber llenado el vaso emocional del equipo. Y se me antoja que no siempre es suficiente.
Pienso que, si el líder prevé una falta de cohesión en el equipo, en ese caso, sería bueno optar por dar ejemplo y reforzar el compromiso. Y si la dificultad es previsible que se manifieste en algún momento, tal vez, la segunda opción es mejor.
¿Qué experiencia tenéis al respecto?
| Categoría: Consultoría | Etiquetas: lider conflicto valores conciencia compromiso estrategia equipo |
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1 Comentarios:
- El 7/24/2008 05:43:00 p. m., Camilo tuvo la amabilidad de comentar aquí:
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Pero, como siempre ocurre, las dificultades terminarán aflorando y se hace necesario todo el capital humano posible, sin que haya pérdidas por el camino
De acuerdo con eso. No tiene que haber perdedores ni vencidos. Por aquí decimos siempre "Esto lo levantamos entre todos, o no lo levanta nadie"
Pienso que, si el líder prevé una falta de cohesión en el equipo, en ese caso, sería bueno optar por dar ejemplo y reforzar el compromiso. Y si la dificultad es previsible que se manifieste en algún momento, tal vez, la segunda opción es mejor
Se puede reforzar el compromiso, incluso, dejando de aportar. Dejar de ser protagonista, darle la palanca, la "posta" a otro.