En la idea del no-consumidor como fuente de creación e innovación y las killer-companies, leo en daemonquest un nuevo concepto que metafóricamente se denomina el “océano azul”. La idea, según describe daemonquest “consiste básicamente en contraponer los océanos rojos, mercados explotados y saturados, teñidos por la sangre de los tiburones de la competencia, a los océanos azules, esos mercados vírgenes, donde la compañía que tenga el acierto de descubrirlos navegará en calma, arrinconando a sus rivales y logrando un salto de crecimiento decisivo para el futuro.

Sony lo consiguió con el walkman, Nintendo con el revolucionario mando de la Wii, Apple con el iPod, etc. El primero detectó que los jóvenes querían moverse oyendo música, los segundos, además de su mando inalámbrico, aprovechó que los mayores también quieren divertirse y Apple apostó por aumentar la cantidad de canciones que podía incluir un dispositivo de estos, a la vez que añadió capacidad de reproducción de vídeo, juegos, agenda...

Todos encontraron en la evolución de los hábitos de vida un nicho de mercado que supieron explotar y les permitió adquirir una gran ventaja competitiva. Ahora bien, cuando se navega por un océano azul, hay que seguir buscando otros nuevos. Sony lo encontró y, aunque su walkman finalmente fuera reemplazado por el iPod, la japonesa dio ese salto cualitativo y sigue siendo una compañía sana, innovadora y fuerte con una posición envidiable en el mercado.

Cuando se encuentra un océano azul, opina Renée Mauborgne, se entra en un círculo virtuoso en el que los clientes adquieren la dimensión de ser vitales e imprescindibles para el crecimiento del negocio.

Ya iremos contando algo más sobre el tema.

+info: La estrategia del océano azul : cómo crear en el mercado espacios no disputados en los que la competencia sea irrelevante | Technorati |

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