Cada vez parece más claro que Google quiere convertirse en el Microsoft de la primera mitad del siglo XXI. Consolidados sus servicios de búsqueda y correo-e, logró grandes elogios con las herramientas de estadísticas, los mapas terrestres y otras y se aseguró una importante tajada publicitaria con AdSense.

Manteniendo su apuesta por la gratuidad de sus productos y que se encuentren disponibles las 24 horas del día, ahora se lanza a tener su paquete de herramientas ofimáticas (procesador de textos, hojas de cálculo, presentaciones...) que sirvan para la colaboración entre diferentes usuarios, siempre vía web. Para ello, el buscador pone en marcha software basado en otros existentes pero que son de pago y cuyo uso está extraordinariamente extendido. Salvaguardado con la etiqueta de beta, Google, sabedor del revuelo mediático que cada anuncio suyo provoca en la red, publicita y da a conocer regularmente una nueva aplicación, aunque generalmente sin la potencia ni todas las cualidades de los productos de sus competidores. Para eso, es beta. Sin embargo, los usuarios de la red se lanzan a probarlo. En todo caso y afortunadamente, ¿no es esto competencia dura y pura? ¿No era eso lo que pedía el usuario?

Si en su día, adquirió el procesador de textos Writely, una aplicación que permite el que varias personas compartan en Internet un mismo documento y puedan editarlo y modificarlo, ahora anuncia el lanzamiento de su hoja de cálculo Spreadsheets con la misma filosofía. Con estas herramientas, Google quiere dar un salto cualitativo: pasar de la productividad personal a la productividad grupal. ¿Podríamos estar ante un nuevo término para definir este tipo de trabajo: productividad 2.0 o colaboración 2.0?

Office ya lleva años hablando de las excelencias de sus características colaborativas y, sin embargo, en la gran mayoría de las empresas la colaboración queda restringida a enviar una hoja de cálculo para su aprobación o comentarios, pongamos por caso. En definitiva, en el caso de los productos de Microsoft, lo habitual es trabajar secuencialmente y no a la vez, si acaso.

Durante la presentación del producto, Google afirmó que su producto es complementario a Excel y que su objetivo es facilitar el uso y la posibilidad de compartir información en Internet.

En cualquier caso, habrá que esperar unos meses para ver si las dos últimas apuestas de Google tienen éxito y dan la razón al buscador: el trabajo colaborativo pasa inexcusablemente por la red. Y también habrá que observar detenidamente cómo contraataca Microsoft con su sistema operativo Windows Vista y su suite Office Vista, cuando logre lanzarlo habida cuenta de las múltiples demoras que ha sufrido el primero. Y sin el primero, el segundo debe seguir esperando.

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