El googling es una práctica muy de moda en Estados Unidos que consiste en obtener datos sobre la vida privada, el trabajo o los gustos de otras personas mediante Google aprovechando la ingente cantidad de información que almacena en sus servidores. El buscador podría sufrir serios apuros legales ya que facilitar este tipo de investigaciones o la obtención de datos de carácter personal podría poner en peligro la intimidad y los derechos de los usuarios.

Resulta paradójico que preguntando al motor de búsquedas por su Presidente Ejecutivo, Eric Schmidt, Google llegó a facilitar enlaces al domicilio del ejecutivo, su fortuna personal (valorada en 1.500 millones de dólares), su afición a la aviación o su participación en eventos populares. Esta información le valió a News.com el pasado agosto que Google le vetara en su política de comunicación con la prensa y se pensara facilitar enlaces hacia ese dominio. El Chicago Tribune ha descubierto la identidad de 2.600 empleados de la CIA, cincuenta números de teléfono confidenciales y la dirección de dos docenas de instalaciones secretas en Estados Unidos mediante la búsqueda de datos e información en Internet a partir de los enlaces obtenidos gracias a Google.

Otro frente que tiene abierto el buscador con el término googling es su radical oposición a ser citada en diccionarios, entrevistas, webs, etc. como estrategia para apartarla del lenguaje común y sus abogados envían misivas a editoriales, editores y poseedores de los dominios de internet donde se cita habitualmente el término. Sus temores se basan en que otras marcas como Kleenex han perdido parte o casi todo el valor como marca porque se han convertido en palabras genéricas y el consumidor termina olvidándose de que existen como marca o producto. Si ocurriera así, en el futuro podría perder legalmente el control y el derecho de uso del término.

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