A vueltas sobre la responsabilidad
5.12.10

Sin responsabilidad no hay eficacia en ningún caso y tampoco es algo que se pueda poner en manos de un tercero para que lo haga por uno. No es delegable.
Responsabilidad también va inequívocamente unida a los objetivos. Y uno de los mayores problemas que se encuentra el ser humano a la hora de marcarse objetivos reside en que muchas veces son utópicos o no le suponen un desafío, bien por ser fácilmente alcanzables o por todo lo contrario. Cuando esto último ocurre la persona se deja llevar por la corriente de los acontecimientos.
Tener objetivos ayudan a establecer prioridad y fijar la actividad en su consecución, como todo el mundo sabe, además de ahorrar esfuerzos inútiles y divagaciones en la forma de actuar. Es la simplificación que guía y encarama al éxito a cualquier líder.
Hay una competencia directiva que da pistas sobre el grado de responsabilidad de una persona: la proactividad, eso que permite analizar y tomar decisiones, desde el sólido conocimiento de la realidad presente, anticiparse a los acontecimientos o, al menos y no es poco, estar preparado para cuando lleguen.
La gestión de cómo se salvan o sortean los obstáculos es otro síntoma de responsabilidad ya que muestra el grado de esfuerzo y la tenacidad para conseguir los objetivos. En este sentido, aquel que practica el victimismo ante las dificultades está dejando claro su pequeño o carente grado de responsabilidad y eficacia en el trabajo. | Foto: Arkangel |
| Categoría: Consultoría | Más sobre lider responsabilidad habilidades objetivos planificacion productividad en amalgamadeletras |
| Permalink | Enlaces a este artículo | Enviar por correo-e |
Marcadores sociales: Meneame | Fresqui | Facebook | FriendFeed | Google Bookmarks | Yahoo! My Web | Technorati | Twitter | Delicious |