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El despilfarro del agua en las industrias y las empresas según la Expo 2008
3.8.07


La Expo 2008 tiene disponible en su sitio web un juego interactivo para los niños protagonizado por la mascota de la exposición, Fluvi y cuyo tema es el ciclo del agua. “A lo largo de las distintas pantallas, el objetivo es ayudar a Fluvi a salvar los ríos de la contaminación, mantenerlos limpios, a cuidar las aguas subterráneas, a recoger basuras y a vigilar el funcionamiento de una fábrica”, explica la nota de prensa.

Según recoge el Libro Blanco del Agua, “la demanda actual de agua en España se cifra en unos 35.000 hectómetros cúbicos anuales, de los que un 68% corresponde a regadíos, un 18% a abastecimiento de poblaciones e industrias y el 14% restante a refrigeración de centrales de producción de energía”.

Nadie duda de que es posible la reducción del uso del agua en cualquier ámbito (agrícola, industrial, doméstico, etc...) En España, la educación en las escuelas y la concienciación de la población está consiguiendo que existe una “ética del agua”, por lo menos en los hogares. Es lo más sencillo de conseguir aunque tampoco sea lo que vaya a sacar de la carestía al país.

Un tema importante es el de las aguas subterráneas. En su inmensa mayoría, son captadas por la iniciativa privada y destinadas principalmente a la agricultura. En el país, hay 3,5 millones de hectáreas de regadío, de los que un millón apoximadamente se riega con aguas subterráneas. Esto supone un consumo de 5.000 hectómetros cúbicos al año. La explotación de los acuíferos subterráneos abarca múltiples frentes: no están inventariados, no existe un control administrativo que frene su explotación ilegal, la propiedad y los derechos de uso son inexistentes, nadie evita que una desmedida explotación pueda terminar por secarlos y no existe una preocupación por mantener la sostenibilidad del ecosistema sobre el que asienta el acuífero.

Con este par de datos y pinceladas resulta chocante que la Expo se “olvide” enseñar a los niños a vigilar también el consumo de agua en los regadíos y la explotación ilegal de los acuíferos subterráneos y se centre en las fábricas.

Como siempre ocurre con la política hidrográfica, los gobiernos--sean del signo que sean--siguen nadando entre dos aguas.

+info: El agua no es un arma política |

| Categoría: Política y Sociedad | Etiquetas: sostenibilidad ocio juventud Expo2008 clima empresa gobierno |

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