Medidas contra la incertidumbre directiva
30.11.09

En un magnífico artículo de Santiago Álvarez de Mon en IESE Insight titulado “Incertidumbre, hábitat natural del directivo” analiza cómo convertirla en ventaja en el ámbito de la empresa.
Para acostumbrarse a convivir con la incertidumbre en el trabajo, salir airoso de esa situación y, además, disfrutar con ello, el autor establece unas pautas de actuación en la empresa:
- descubrir el talento, entendiendo este por “ver una aptitud propia que puede ser trasladada a un tema profesional. Me refiero a una facilidad y disposición naturales para ejercer tu profesión”;
- trabajar en comunidad, frente a la tradicional figura de equipo. En un equipo, siempre se puede encontrar grandes colaboradores que quedan vinculados por sentimientos de amistad y compañerismo;
- estar en permanente disposición para la autocrítica;
- frente a las encrucijadas, hay que seguir una secuencia lineal para tomar un camino, aún a sabiendas de que existen riesgos y miedos que superar: estudiar alternativas, establecer criterios de actuación, recabar información, resolver los pros y contras y tomar decisiones;
- el error puede convertirse en ese aliado natural para enriquecer al profesional en su trabajo: “no cuento los errores, de lo contrario no saldría de mi habitación. Creo que toda creatividad prevé una cierta dosis de equivocaciones”, argumenta el profesor;
- centrar la atención en esas cosas esenciales y renunciar a dar una importancia desmedida a esas cuestiones superfluas que provocan perderse y perder el foco;
- aligerar el espacio y peso que el pasado ocupa en nuestra mente, pero ser consciente también de que el futuro puede arrojar grandes niveles de angustia e intranquilidad insoportables; en este aspecto, “la incertidumbre exige mantener una relación paciente, atenta y disciplinada con el presente”. El autor opina que no hay mejor pista que un presente bien leído y vivido para aprender del pasado y conquistar el futuro.
- contra las dificultades y la lucha del directivo, el humor protege de la desesperanza. Además, provoca una útil separación y desmitificación de la situación presente;
- es indudable que la gente creativa también es muy disciplinada y se obliga a sí misma constantemente en todas las facetas del trabajo: trabaja mucho, planifica con detenimiento y está atento a esa creatividad que espontáneamente aparece en su vida.
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