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Horas de 120 minutos
11.6.08


Un compañero de oficina acaba de llegar con su nueva y flamante palm y que sustituye a la que perdió hace unos días. Durante el tiempo que ha estado sin ella, me confiesa ahora, le ha costado muchísimo que no se le notara sin rumbo y algo carente de iniciativa. Es más, en la comida me confesó que tenía mono de esa señal acústica que gobernaba su tiempo.

Lo cierto es que no he logrado descubrir si en su agenda cada hora tiene 120 minutos. Pero lo que sí estoy seguro es que tenía una gran facilidad por trasladar sus citas, reuniones y tareas de día en día... y el tío, trabaja y produce; pongo la mano por él. Un análisis simplista llevaría a pensar que, tal vez confía demasiado en su organización del tiempo y termina procastinando.

Pero, ¿y si procastinar es sinónimo de falta de confianza en la capacidad de realizar bien una tarea? Por eso nos demoramos y demoramos. Y para acabar con tanta dilación, lo mejor es seguir las recomendaciones de Alex Rovira cuando afirma que, en el momento en que una tarea aterrice en nuestra mesa, hay que tomar una decisión inaplazable: resolverla, delegar o rechazarla.

Claro que si no se puede delegar, tampoco debe acostumbrarse uno a rechazar lo que cae sobre sus ojos.

| Categoría: Consultoría |

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5 Comentarios:

El 6/12/2008 09:24:00 a. m., Blogger Manu tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Claro, es la teoría de las tres carpetas o los tres montones en la vida 1.0: una carpeta para lo inmediato, otra para lo de dentro de dos horas y otra carpeta para la papelera de reciclaje.

 
El 6/12/2008 02:08:00 p. m., Blogger Ekaizen tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Parece que la procrastinación está de moda, hace un par de días yo también escribí sobre este tema.
http://pensandoenkaizen.blogspot.com/2008/06/la-importancia-de-los-primeros-pasos.html
Pero una cosa que me interesa, no uso PDA, pero lo estoy pensando. Realmente supone una ayuda, o acaba repercutiéndote en más trabajo.
Coméntame tu experiencia por favor.
Un saludo

 
El 6/13/2008 01:01:00 p. m., Blogger Senior Manager tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Pues el tema de los pendientes Vs. la agenda siempre estresa un poco. Creo que lo mejor es priorizar en orden de importancia (no de urgencia) para obtener un mejor control sobre los eventos pendientes y eso aplica teniendo una PDA o un papel en el bolsillo.

 
El 6/14/2008 04:54:00 p. m., Anonymous Anónimo tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Interesante reflexión. Estoy de acuerdo con Rovira, se trata de buscar un sístema que funcione para cada indivíduo.

Para mi el poder capturar y actuar (es decir introducir tareas en un sistema de organización personal que sabes funciona para tí) en una manera más o menos inmediata, es el clave.

Escribí un par de artículos sobre el tema hace unos días:

Maneras rápidas para superar la procrastinación
y
Dejar para mañana: ¿Estoy inventando excusas para no hacer lo importante?

Curioso como este tema parece ha surgido en la blogósfera la última semana...

Un saludo

 
El 6/23/2008 10:49:00 p. m., Anonymous Anónimo tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Pues lo de la PDA, no sé si es mejor o peor. Yo he pasado por una etapa en la que PDA y Outlook iban sincronizados a las mil maravillas, todo el día localizable y con recordatorios continuos. Y acabé eliminando la PDA-móvil del trabajo diario. He llegado a la conclusión que acaban derivando en tecnologías invasoras. Finalmente, he reducido el tema organizativo a las 4 típicas carpetas en el escritorio (no más documentos desperdigados) y con una revisión del trabajo diario del día siguiente a última hora del día (y preparación de los archivos correspondientes) y un repaso rápido a primera hora de la mañana. Codificar por colores las citas del calendario también me ha ayudado mucho y puedo prescindir del "taladro" cotidiano de la PDA recordándote qué tienes que hacer cuando no puedes ni siquiera hacerlo (desplazamientos, reuniones, ...).

 

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