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Trabajo gaseoso
27.11.07


Me comentaron ayer una simpática adaptación al mundo de la empresa del comportamiento de los gases.

Una propiedad que tienen los gases es su capacidad de expansión hasta ocupar el mayor volumen posible gracias a que disminuyen su densidad, haciéndose más ligeros.

Digamos que a una persona se le encomienda realizar las tareas A y B en tres horas. Para muchos, esas tareas ocuparán toda la jornada porque las expanden deliberadamente hasta ocupar las ocho horas.

Otra cualidad de los gases es que aumentan su densidad fácilmente y, mientras lo permita la presión que ejercen sobre las paredes del recipiente en el que están alojados, el volumen de gases que podemos introducir en aquél puede incrementarse.

Con el trabajo ocurre lo mismo, me comentaron. Si queremos que la persona anterior realice además las tareas C y D (más volumen de gases) en el mismo número de horas (igual capacidad del recipiente), no hay más remedio que aumentar la presión sobre el trabajador (elevar la densidad de los gases).

Llegará un momento en que esa persona estará preparada, gracias a sus competencias y capacidad de sistematizar el trabajo, para realizar las tareas A, B, C y D en menos tiempo. Es el momento de aumentar algo más la presión para añadir las tareas E y F y así sucesivamente hasta lograr comprimir todas las necesarias antes de que tengamos la constancia (una queja, por ejemplo) de que no puede aumentar su carga de trabajo.

Una advertencia. Esa presión hay que aplicarla gradualmente para evitar dos cosas. La primera es inherente al comportamiento de los gases: que las paredes del recipiente no se rompan (estrés, desmotivación, renuncia al empleo...); la segunda, que nada tiene que ver con los gases, es que esa presión no conlleve una disminución en la calidad del trabajo que realiza.

Una tercera característica de los gases consiste en que, al aumentar su temperatura, tienden a elevarse y a desalojar de las capas superiores a aquéllos que están más fríos. Como consecuencia del aumento de presión de los gases, sus moléculas están más próximas, existe interacción entre ellas y aumentan su temperatura.

Se me ocurre una aplicación al mundo de la empresa de esta última característica de los gases: podríamos afirmar que mientras más volumen (tareas A, B, ..., Z) incluyamos en un recipiente determinado (jornada laboral), mayor será la temperatura de los gases (productividad) y su capacidad para elevarse (en el organigrama de la empresa).

| Categoría: Consultoría | Etiquetas: empleo habilidades productividad adaptacion desarrollo personal estres coaching |

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4 Comentarios:

El 11/27/2007 02:13:00 p. m., Anonymous Anónimo tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Buena analogía...me divertí mucho leyéndola...Otra cosa que puede pasar con los gases al igual que con las personas, es que una combinación de tareas (o gases) mal diseñada o un exceso de presión pueden generar no sólo roturas en las paredes, sino una gran explosión... y ya sabemos lo peligrosas que pueden resultar las explosiones de gases, ni que decir de las explosiones de personas demasiado presionadas...

 
El 11/27/2007 03:09:00 p. m., Blogger amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Gracias por la aportación. Bien, ya tenemos cuatro leyes... Con que algunos aporten más leyes podemos terminar destronando Boyle-Mariotte, Avogadro, Charles y Gay-Lussac del olimpo de los teóricos de los gases ideales.

Esto si que es 'crowdsourcing'

 
El 11/27/2007 08:29:00 p. m., Anonymous Anónimo tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Otra quizás sería que, como todo lo que está relleno de gas, se infle y se desinfle. ¿Y qué? No pasa nada, sólo perqueños movimientos de dilatación.

 
El 11/27/2007 08:50:00 p. m., Blogger amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Gracias, Nana por tus comentarios y bienvenida a esta bitácora. Añado el comentario a las leyes geseoso-laborales... Ya tenemos cinco.

 

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