El diario Wall Street Journal analiza una nueva rama de la consultoría que está teniendo mucho éxito en EEUU tras más de una década funcionando en los países nórdicos europeos: la consultoría de administración doméstica. Este servicio ayuda a las familias--padres e hijos--a organizar bien el trabajo doméstico, coordinar horarios y evitar los retrasos en las citas, acabar con el desorden, volver más cooperantes a todos los miembros, aumentar la implicación en las tareas a todos los miembros de la familia, organizar las finanzas familiares... e incluso a evitar la alta rotación del servicio doméstico.

Es tanta la popularidad del servicio en EEUU que algunas consultoras cuentan ya con 200 o más trabajadores en plantilla. El coste de los servicios que prestan oscilan entre 15 y 60 euros por hora y el trabajo de los consultores consiste en diseñar un plan, orientar a los padres--que deben estar convencidos de que necesitan ayuda y decididos a acabar con el desorden--durante las primeras fases del plan de actuación y hacer un seguimiento hasta que todo esté encarrilado.

Una de las medidas más sorprendentes para la familia y que suelen poner en marcha de forma inmediata afecta a la ropa, juguetes y otros enseres que se dejan en cualquier sitio. Estos son inmediatamente requisados y llevados a una especie de “cárcel para el desorden” y allí permanecen hasta que su dueño--padres, hijos u otros miembros que vivan en casa--pague la fianza para sacarlos de allí.

Lograr un cambio permanente es un objetivo que siempre está en manos de los padres que ponen empeño y constancia y que pasa por el trabajo en equipo de toda la familia y la implicación de los hijos.

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