Resulta sorprendente leer que existan países como Irán, Nigeria y Venezuela que materialmente “flotan” en un mar de petróleo, son potencias exportadoras de primer orden desde hace muchos años y han ingresado ingentes cantidades de divisas en sus arcas públicas, todavía se vean obligados a importar gasolina para sus necesidades internas. Esta situación tiene su origen principalmente en la escasez de refinerías o en el lamentable estado en que se encuentran por falta de gestión o de mantenimiento.

Las razones de esta situación: el contrabando, la corrupción a la hora de conceder licencias de importación o de manejar el presupuesto público en materia energética, el despido masivo de 18.000 huelguistas incluyendo a los mandos...

Las consecuencias: gasto público en alza, subida de los precios, puesta en marcha de políticas de racionamiento para evitar que las subvenciones estatales a la gasolina lastren al país, rebeliones sociales, etc. [Vía]

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