En las bolsas se venden y compran acciones, materias primas, deuda, bienes inmobiliarios... Tras la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, la UE puso en marcha en Londres una bolsa en la que las empresas podían comprar derechos de emisión de dióxido de carbono--cuando excedieran la cuota establecida por su gobierno--a otra empresa menos contaminante y que no hubieran «agotado» su cuota legal. De esta forma, la empresa ecológica se beneficiaba económicamente frente a las contaminantes y permitía que éstas pudieran seguir haciéndolo a cambio de que pagaran a otra que hubiera contaminado menos.

Desde Enero de 2005, la tonelada de dióxido que se vertía a la atmósfera ha oscilado desde los siete euros de ese mes hasta más de 30 euros que costó en abril pasado. Actualmente está por debajo de su precio de arranque.

Este inmaduro y volátil mercado ha sido un laboratorio de pruebas financieras para la bolsa londinense. Actualmente se está preparando una réplica en California y los intermediarios financieros están estudiando la puesta en marcha de un mercado de futuros y el diseño de fondos de inversión.

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