Durante la instalación de una distribución de Linux, además del usuario root puede añadirse uno adicional al sistema. Tras la finalización de aquélla y tras reiniciar el sistema, Linux suele autoarrancar por defecto (autologin) la sesión de este usuario sin que éste necesite introducir su identificador (login) ni su contraseña. Esto es una mala práctica de seguridad. Lo ideal es que Linux se pare en la pantalla de bienvenida donde el usuario pueda identificarse e introducir su contraseña además de elegir el idioma de la sesión y el tipo de escritorio que desea utilizar (KDE, Gnome, WindowMaker...)

Este autologin, en versiones anteriores de SuSE, se podía modificar a través de YaST->Usuarios. Sin embargo, ahora ha cambiado algo la forma de inhabilitar el autoarranque.

Como root y en una sesión Gnome, en la barra del menú seleccionar: Aplicaciones - Sistema - Configuración - Configuración de la Pantalla inicial de sesión. En la pestaña General, en el apartado Entrada automática puede inhabilitarse la característica de autoarranque de Gnome. Allí puede activarse el que, transcurrido unos segundos sin que se haya introducido login y contraseña alguna, se inicie una determinada sesión de algún usuario con permisos muy restringidos, como puede ser el usuario invitado. También se puede cambiar la pantalla de bienvenida o instalar una diseñada al gusto propio y otras funcionalidades que merece la pena investigar. Eso sí, siempre con mucho cuidado.

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