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E.ON destapa al gobierno de Zapatero
25.2.06


¿Conoce algún caso en el que la mitad de un partido de fútbol o baloncesto se jueguen con diferentes reglas? ¿Las leyes electorales pueden cambiarse en plena campaña electoral? ¿Es posible que un escolar comience el curso con el objetivo de aprender unos contenidos fijados por las autoridades escolares y lo termine con otros completamente diferentes? ¿Se imagina qué pasaría si, veinticuatro horas antes del sorteo, alguien decidiera que la primitiva consistiera en acertar siete números en lugar de los seis habituales?

Salvando la trascendencia del tema, somos testigos de algo parecido: el gobierno ha decidido cambiar la legislación que regula las OPAs, no cuando Gas Natural optaba a hacerse con el control de ENDESA por un precio inferior al valor de las acciones que deseaba comprar, sino cuando la alemana E.ON anuncia su interés por la segunda y mejora la oferta de la primera. Parece que el gobierno no quiere que Gas Natural o sus accionistas se rasquen más el bolsillo. La excusa puede estar justificada pero es radicalmente inoportuna: el sector eléctrico es estratégico y debe quedar salvaguardado el interés general. Nadie lo duda. Pero es inoportuno decidir un cambio así cuando las eléctricas ya se encuentran inmersas desde hace tres meses en la vorágine que toda OPA lleva consigo. Y además, es una decisión unilateral contraria al libre mercado, ha manifestado la Comisión Europea. Y es inoportuna porque lo normal hubiera sido dejar que Gas Natural anclara a ENDESA a este país presentando una oferta mejor que el tímido intento en que se ha convertido la OPA. Y es inoportuno que Gas Natural o cualquier otra empresa reciba la ayuda gubernamental. En definitiva, la impresión es que el proyecto del Gobierno persigue inclinar, aún más si cabe, el fiel de la balanza en favor de unos cuantos, no del interés general al que ha recurrido.

En ningún ambito de la vida es recomendable cambiar las reglas del juego cuando éste ha comenzado. Y si un gobierno toma la decisión de cambiarlas y ésta pudiera estar guiada por oscuras razones o ser sospechosa de aunar intereses públicos con privados, sin lugar a dudas que ese gobierno tiene una alta dosis de despotismo y vive radicalmente alejado de las normas del juego democrático.

A Zapatero no le tiembla la mano cuando gobierna pero sigue emperrado en camuflar las visitas, entrevistas, acuerdos, almuerzos o cenas previas a plasmar su firma, en definitiva se empecina en transitar por oscuros derroteros que le obligan a sacar adelante sus proyectos como sea, propinando bandazos y ampliando o reduciendo las leyes en función de cómo se desarrollen los acontecimientos. Además, ni informa, ni es transparente y ni siquiera lanza globos sonda como hacía el gobierno popular. La impresión general es que utiliza el poder con grandes dosis de arbitrariedad y oscurantismo y que su fin justifica cualquier medio. Así sucede con ENDESA, sucedió con el Estatuto Catalán y está sucediendo con ETA.

+info: Zapatero ("esta operación no se nos puede escapar"), dispuesto a cargarse la oferta de E.ON por Jesús Cacho.

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