La diferencia de teclear en Google el nombre de ese grupo opositor en España o en China es que, en la primera, se llega a la página web oficial mientras que en China los resultados que arroja la búsqueda facilitan direccion es de páginas pseudo-oficialistas que la desacreditan.
No es el primer intento de poner vallas a Internet ni será el último.
Desde los inicios de Internet existen herramientas que permiten al internauta saltarse cualquier intento de censura o traba en la navegación pidiendo a un servidor proxy-caché cualquier dirección que le esté censurada. El servicio de caché de web permite a los usuarios de Internet configurar sus navegadores para dirigir su navegación hacia un servidor proxy-caché en vez de ir directamente al origen del documento. El servidor caché se encarga de proporcionarle la página pedida bien obteniéndola de su propio disco duro o accediendo al documento original.
Uno de ellos es Tor, mantenido por la Electronic Frontier Foundation, que es accesible desde cualquier lugar del mundo. Anonimizer, Anonymouse.org y Proxy Foxy, por poner otros ejemplos, permiten la navegación anónima y Proxy4Free tiene un listado con muchos servidores proxy-caché.
Cualquier práctica censora justificada en acallar las críticas a un gobierno nos debe escandalizar y remover de nuestros teclados. Pero a diferencia de lo que ocurre en el mundo real, en el ciberespacio afortunadamente es imposible poner vallas a Internet.