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Plan de Negocios = Papel mojado
14.10.08


Cualquier consultor sabe que una buena idea se enfrenta siempre a dos escollos antes de ver la luz: que esté plasmada y estructurada en un plan de negocios coherente y que cuente o encuentre financiación. En la actualidad, es imposible obtener capital ajeno sin contar con el primero.

El Plan de Negocios tiene un triple sentido: servir al emprendedor para vender el proyecto a terceros; para el inversor, contar con unos datos que superen el tamiz del análisis y atraiga su atención y, tras arrancar, es la guía durante las primeras fases de vida.

Últimamente, tras leer algunos planes, creo que merece la pena resaltar aquéllos aspectos que suelen descuidarse y que lo convierten en papel mojado:
  • El contenido rezuma entusiasmo, pero las cifras y previsiones que incluye son escasas y están mal estructuradas. En algunos casos, presentan datos exagerados de ventas, mercado... en definitiva, demasiado optimismo.
  • Los objetivos están desdibujados y las estrategias no están suficientemente explicadas.
  • El emprendedor no recurre a herramientas de análisis estratégico como es el DAFO o el Modelo de Fuerzas de Porter.
  • En mercados muy competitivos, el emprendedor no detalla el grado de innovación que va a poner en marcha en su nuevo negocio para lograr diferenciarlo de la oferta de la competencia.
  • Se obvia o pasa de cuclillas sobre la experiencia, la competencia, la preparación del equipo directivo y su compromiso con la visión y objetivos de la empresa.
  • Es muy habitual no citar la estructura de la empresa ni las dependencias jerárquicas y funcionales de los diferentes responsables de cada departamento.
  • Los recursos materiales y humanos en los que se apoyan objetivos y estrategias, escasean o son simplemente idílicas.
  • El Plan se circunscribe a un año y las previsiones financieras y de caja ni siquiera están divididas en meses o trimestres; muchas veces tampoco están desarrollados con la minuciosidad que merece.
  • El modelo de ingresos, el detalle de los costes y el capital inicial necesario para arrancar no tienen la suficiente relevancia en el Plan; en ocasiones, el emprendedor sólo prevé la obtención de capital ajeno sin tener en cuenta ayudas, créditos blancos oficiales, etcétera.
  • Los métodos de comercialización y distribución y el detalle de las herramientas comerciales o de marketing que van a utilizarse durante los albores de la empresa no existen o son demasiado simplistas.
  • No existe un apartado para definir el soporte tecnológico que ayudará a la producción, comercialización y gestión.

En cuanto a cómo se estructura un Plan de Negocios y los contenidos que debe tener, se puede consultar el clásico How to Write a Great Business Plan (1997) del profesor William A. Sahlman.

| Categoría: Consultoría | Etiquetas: Harvard planificacion emprender estrategia mercado capital vision organizacion |

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2 Comentarios:

El 10/16/2008 11:57:00 a. m., Blogger Senior Manager tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Estos principios parecen básicos, pero más de uno los olvida o los obvia perdido en el afán que mueve su proyecto, es importante estar atento a todo lo que encierra un nuevo emprendimiento, incluso lo que damos por sentado.
SM

 
El 10/18/2008 06:58:00 a. m., Blogger amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Otra consideración al respecto. Hacer un plan de viabilidad y/o de negocios es muy habitual... ¿pero cuántos de ellos tienen por único objetivo llenar unos folios en blanco y su autor no tiene la intención de ponerlo en práctica, perseguir su cumplimiento y revisarlo periódicamente?

Gracias por el comentarios. Nos leemos.

 

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