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El salto desde el entorno 2.0 a la interacción física
5.11.07


El reciente artículo “Aprendices” de Julen Iturbe razonaba sobre un proyecto que tiene en marcha y que no está todo lo desarrollado que quisiera. Una de las razones que esgrime para justificar esa lentitud está en que la comunidad que soporta y participa en el proyecto tiene una arraigada relación en la vida física. Ello provoca que la inquietud digital que demuestran sus miembros se vea lastrada por la interacción física cuando ésta fue la que sirvió para crear el proyecto virtual.

Esto me lleva a preguntarme qué pasaría cuando las relaciones sociales que han servido para participar y colaborar en un proyecto se han fraguado en el ámbito digital y es necesario dar el salto a la vida real. Justo lo contrario que ocurre en Aprendices.

Es probable que el entorno 2.0 favorezca el éxito cuando dos personas que empatizan digitalmente y hayan indagado mutuamente en sus mentes a través del teclado decidan dar el salto al cara a cara o simplemente coinciden en algún lugar. Sin embargo, la personalidad humana es compleja e infinidad de detalles pasan inadvertidos en la pantalla del ordenador. Y esto puede lastrar la relación en el mundo real.

En primer lugar, la empatía “digital” podría no ser suficiente para “caerse bien” mientras se comparte mesa en un despacho. Por otro lado, la productividad en un entorno 2.0 es radicalmente diferente a la existente en espacios físicos como el lugar de trabajo o reunión. En tercer lugar, el ambiente laboral actual choca bastante con la libertad 2.0 (horarios, objetivos...) principalmente porque se basa en la compartir conocimientos, compromiso en colaborar y crear conocimientos sin intervención de espacios físicos ni ataduras formales. Otra más: la jerarquía “real” se transforma en un sistema no distribuido en la 2.0. Finalmente, en el ámbito digital no existen apenas percepciones de tipo visual--que son las que más condicionan--mientras que en la realidad son las que más peso tienen sobre la opinión que nos hagamos de una persona. Extenderse más en esta enumeración requeriría un wiki para que tan monumental tarea la sacara adelante con la ayuda de los lectores de esta bitácora.

Aunque hay muchos aspectos más que pueden influir a la hora de establecer una relación profesional en la vida real a partir de otra cimentada en el ámbito digital, lo cierto es que si alguno de esos tres aspectos citados no fuera capaz de mantener la misma intensidad que en la vida 2.0, estaríamos creando dos mundos de relaciones paralelas que no deberían “tocarse” en aras de su éxito.

Si esto es así, Second Life-ese entorno digital en el que las personas con sus avatares desarrollan una vida social y se forjan en la competición--¿no es más que un juego cuya pretendida función de adiestramiento para la vida real, entre otras muchas que se leen por ahí, es mero marketing? ¿Qué sentido tendrían entonces Facebook si el cara a cara podría terminar en desastre? Y ya sé que para muchos, estas redes sociales están cerradas a cal y canto para todos aquéllos que no han intercambiado una mirada o compartido un café.

Y hablando de marketing, tal vez la solución es que esos dos mundos (el real y el 2.0) discurran paralelos sólo compartiendo objetivos concretos como ocurre con las campañas de marketing que se apoyan en sus diferentes variedades “reales” y en el viral.

| Categoría: Consultoría y Blogosfera | Etiquetas: web2.0 interrelacion proyecto realidad J_Iturbe aprendizaje percepcion caracter |

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3 Comentarios:

El 11/05/2007 09:15:00 p. m., Anonymous Anónimo tuvo la amabilidad de comentar aquí:

Aquí hay un aspecto importante a tomar en cuenta y es que la humanidad todavía viene arrastrando precisamente (y valga la redundancia) su humanidad. El hecho de que algunos ya estemos entrando en el 2.0 pero aún un 1/3 de la población mundial nunca ha hablado por teléfono, nos da una idea de cómo va el mundo virtual y el mundo real...Hemos avanzado mucho tecnológicamente pero nuestro cuerpo sigue teniendo los mismos instintos básicos de hace 40mil años, por eso seguiremos trasladando al mundo virtual lo que nuestro cerebro primitivo socialmente nos dicte. Por eso, no creo que haya un trauma real cuando pasemos del mundo digital al mundo real y viceversa, nuestra naturaleza humana hará las adaptaciones necesarias para que las relaciones sociales fluyan en ambos contextos.

 
El 11/10/2007 10:24:00 p. m., Blogger amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:

@Senior Manager - Tu comentario rezuma optimismo. Es cierto que nuestro primitivo cerebro sigue reinando sobre las emociones ante un nuevo contacto social en detrimento del cerebro lógico y social que se pliega muchas veces ante el poder de la amígdala, como afirma Goleman. Precisamente por eso, el tránsito virtual-real y viceversa no supondrá cambio alguno cuando el lado lógico del cerebro prevalezca sobre el otro, cuando la lógica prevalezca sobre las reacciones primitivas. Si las reacciones prevalecen muchas veces sobre la lógica en ciertos individuos al existir ese desfase del que hablas, cuánto más si esa relación se fragua y cimenta en un contexto no-físico. Ese es el peligro que veo que puede afectar en algunos individuos que serían capaces de vivir y producir en dos mundos (el real y el 2.0) pero 'bloquearse' cuando se cruzan y materializan en una relación social entre individuos.

 
El 11/10/2007 10:24:00 p. m., Blogger amalgamadeletras tuvo la amabilidad de comentar aquí:

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