Raúl Herranz, un jóven informático de Gijón, se ha propuesto obtener mediante una cadena de trueques un piso o chalet para vivir a partir de una zapatilla-no un par-deportiva nueva. En una semana ha recibido una cuarentena de ofertas por su zapatilla entre las que se encuentran un pack de 500 SMS, cincuenta juegos originales y nuevos de cualquier consola, dos años de hospedaje de una página web, una condecoración francesa de la I Guerra Mundial, una botella de Rioja Viña Tondonia de 1981, cien libritos de papel de fumar, etc. Los Testigos de Jehová le han ofrecido una clase semanal, en domingo, de la Biblia y un tal Manuel, el libro La Fiscalidad del Trueque para que 'estés alerta de cómo te va a crujir Hacienda'. Hoy anunciará en su web el artículo o servicio elegido para el primer trueque.

Herranz afirma que la idea le surgió tras conocer el portal jóven de búsqueda de vivienda Kelifinder, auspiciado por el Ministerio de Fomento.

Esta iniciativa es parecida a la puesta en marcha a mediados de 2005 por Kyle MacDonald, quien a partir de un clip rojo está actualmente ofreciendo un contrato de grabación en estudio musical compuesto de traslado y alojamiento en Toronto, treinta horas de grabación, cincuenta de edición y el compromiso de que será escuchado por ejecutivos de la discográfica Sony-BMG y pinchado en la emisora XM Radio. Para ello, ha ofrecer ese contrato ha realizado diez trueques. [Vía]

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